La Resistencia a los Antimicrobianos: un desafío global sin fronteras

La Resistencia a los Antimicrobianos: un desafío global sin fronteras

La Resistencia a los antimicrobianos (RAM) no tiene fronteras, se produce cuando los microorganismos, como las bacterias, hongos, virus y parásitos, no responden (parcial o totalmente) a los medicamentos antimicrobianos (antibióticos, antifúngicos, antivirales, antipalúdicos o antihelmínticos), teniendo como resultado que estos se vuelven ineficaces, ocasionando que las infecciones resistentes persistan y se transmitan en los humanos, los animales, las plantas, entre otros, lo que puede producir complicaciones y muerte en personas vulnerables. 

Se estima que, en 2019, la resistencia a los antimicrobianos fue responsable directa de 1,3 millones de muertes y contribuyó a aproximadamente 5 millones de muertes anuales. 

Los microorganismos que son resistentes a la mayoría de los antimicrobianos se denominan ultrarresistentes, lo que aumenta el riesgo de propagación entre los seres vivos y el medio ambiente, además de que favorece la selección de cepas y variantes de los microorganismos que evolucionan y persisten con formas cada vez más resistentes. 

Todo lo anterior favorece la aparición de enfermedades graves, discapacidades, y muertes, así como grandes pérdidas económicas para los sectores sanitarios asociadas a estancias prolongadas en los servicios de salud. 

En mayo de 2015, durante la 68.ª Asamblea Mundial de la Salud (AMS), se aprobó el Plan de Acción Mundial para abordar la RAM, con el respaldo de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA). 

Esta estrategia tiene como objetivo mejorar la concienciación y la comprensión de la resistencia a los antimicrobianos mediante una comunicación, educación y formación efectiva de todos los actores. 

Por ello, la Secretaría Distrital de Salud se suma cada año a esta iniciativa de sensibilización, reconociéndola como una de las acciones clave para promover MAS Bienestar, dentro y fuera de los sistemas de salud. La entidad hace un llamado a toda la ciudadanía para que adopten las medidas necesarias que prevengan la resistencia a los antimicrobianos. 

Además, recomienda a los diferentes sectores que utilicen los antimicrobianos de forma prudente y adecuada, y que implementen medidas preventivas para reducir la incidencia de infecciones. 

Las siguientes acciones contribuyen a disminuir la necesidad de antimicrobianos y minimizar la aparición de resistencias: 

● Reforzar la prevención y el control de las infecciones en los centros hospitalarios, las explotaciones agrícolas y las instalaciones de la industria alimentaria. 

● Implementación en todos los servicios de salud de los PROA (Programa de uso optimizado de antimicrobianos). 

● Garantizar el acceso al agua potable, el saneamiento y la higiene, así como a las vacunas. 

● Minimizar la contaminación y garantizar la buena gestión de los residuos y las condiciones de saneamiento. 

● Asegurar el acceso oportuno a cuidados de salud de calidad para todos. 

● Acceder a asesoramiento de expertos durante la producción ganadera, alimentaria y agrícola. 

Todos los actores pueden contribuir a prevenir y controlar la RAM, principalmente cuando únicamente se toman los antimicrobianos formulados por un profesional de la salud (médico o especialista), no pidiendo la prescripción de estos si no se necesitan, siguiendo siempre las instrucciones de uso según lo indicado por el médico o especialista, no usando los antimicrobianos que le hayan sobrado para otras enfermedades o para el uso de amigos, familiares o mascotas. 

Asimismo, se requiere que los profesionales de la salud se formen y actualicen continuamente en el uso apropiado, responsable y racional de antimicrobianos. No se deben usar antibióticos para tratar enfermedades virales como la influenza, el resfriado común o el COVID-19 si no existen sobreinfecciones bacterianas, tampoco se deben usar antiparasitarios o antivirales para tratar síntomas sin haberse diagnosticado una enfermedad por un médico. 

En lugar de automedicarse, las personas deben implementar medidas de prevención de infecciones como lo son: 

● Higienización frecuente de las manos. 

● Preparar los alimentos en condiciones higiénicas 

● Evitar el contacto cercano con personas enfermas. 

● Adoptar medidas de protección en las relaciones sexuales. 

● Mantener tanto en niños, adultos y gestantes, los esquemas de vacunación al día. 

● En lo posible consumir alimentos para cuya producción no se hayan utilizado antibióticos con el fin de estimular el crecimiento, ni de prevenir enfermedades en animales sanos. 

Todo personal sanitario y población en general debe seguir los 12 Mandamientos para evitar la resistencia antimicrobiana 

1. Sólo tome antibiótico si su médico lo recetó. 

2. Automedicarse antibióticos es riesgoso. 

3. Tome el Antibiótico como se lo recetaron y por el tiempo indicado. 

4. Aumentar la dosis de antibiótico no lo mejora más rápido. 

5. Si los síntomas de la infección persisten no prolongue el antibiótico. Consulte. 

6. Los antibióticos solo sirven para infecciones causadas por bacterias. 

7. Los antibióticos no sirven para curar infecciones causadas por virus. 

8. Los antibióticos no previenen el contagio de la gripa ni de otros virus. 

9. No comparta antibióticos con familiares o amigos. 

10. No administre sus antibióticos a sus mascotas. 

11. El mal uso de los antibióticos ocasiona bacterias más resistentes. 

12. La higienización de manos frecuente evita el contagio de virus y bacterias. 

Las IPS, tanto públicas como privadas, del Distrito, deben garantizar la implementación y fortalecimiento del Programa de Optimización de los Antimicrobianos, así como adherirse a los lineamientos nacionales y distritales para la vigilancia de las Infecciones Asociadas a la Atención en Salud (IAAS) y la contención de la resistencia a los antimicrobianos en el entorno hospitalario. 

Además, se deben apoyar y fortalecer el talento humano de los comités de infecciones institucionales, y continuar con la educación de los pacientes y sus familias sobre la higiene de manos, la etiqueta respiratoria y el uso adecuado de medicamentos.

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